3era carta

 

Querido Charly,

Con todo el respeto que le tengo, debo decirle que tengo la impresión, al leer su carta, de que no comprendió nada de lo que le escribí anteriormente. Menciona cosas como enseñarme a saltar del balcón, algo que encuentro tan parecido como jugar a la ruleta rusa con todas las balas cargadas. También menciona que sus amigos son algo más tranquilos que usted, pero nunca dije que tuviera interés en conocer a sus amigos, y dicho sea de paso, esa comparación no me da demasiada calma.

Describe mi actitud como la de un "aguafiestas", la verdad … cuánta empatía maneja usted señor García, me deja totalmente sorprendido… Y como si esto fuera poco, me cuenta que mientras me escribe, se encuentra en un estado de ebriedad, lo que solo termina por reforzar mi decisión de mantenerme alejado de lo que a usted le parece una “buena aventura”.

Sinceramente, si tenía una mínima idea de visitarlo, su carta ya me la ha quitado. Estoy en una etapa de mi vida en la que busco tranquilidad y estabilidad, justo lo contrario a lo que usted me ofrece.

Le pido, por favor, que respete mi decisión y no siga insistiendo. No me siento cómodo con la idea de una visita en los términos que usted propone. Quiero estar rodeado de paz tumultuosa y tranquilidad caótica, pero no en los términos que usted describe.

Saludos

Ray